El lóbulo parietal destaca principalmente por poseer una de las mayores áreas de asociación de todo el cerebro. Es decir, esta estructura se encarga de combinar e integrar la información que proviene de todas la áreas del cuerpo.
Este hecho permite conjuntar los elementos captados y desarrollados por distintas estructuras cerebrales y constituir información nueva a raíz de la integración de todos los datos disponibles.
Por este motivo, la creación de conceptos abstractos se da en parte gracias al lóbulo parietal, ya que esta estructura permite a las personas generar distintas ideas a partir de los elementos informativos captados por distintos sentidos y elaborados por diversas estructuras cerebrales.
Por ejemplo, el lóbulo parietal participa en el desarrollo de la idea de lo que es una planta gracias a la integración de la información recibida por el tacto, el olor, la apariencia o el movimiento, así como la participación de pensamientos y creencias previas almacenadas en la memoria.
No obstante, el lóbulo parietal no sólo participa en procesos de integración de datos acerca del mundo o elementos externos, sino que también lleva a cabo actividades importantes sobra la información de cómo uno mismo se relaciona con el mundo a tiempo real.
Es decir, el lóbulo parietal también se encarga de integrar información más abstracta y compleja que abarca tanto elementos sensitivos externos como elementos sensitivos internos.
Por ejemplo, el lóbulo parietal se encarga de unificar los datos que provienen de los músculos del cuerpo, gracias a los cuales la persona es capaz de generar una idea acerca de la posición física y la postura en la que se encuentra.
En definitiva, la función de integración sensorial del lóbulo parietal hace referencia al desarrollo de un procesamiento somestésico. Es decir, permite el desarrollo de la capacidad sensorial de reconocer las sensaciones del organismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario